Hace más de 50 años, políticos y activistas plantearon la necesidad de llevar un estilo de vida más amigable con el medioambiente. Así se originó el Día de la Tierra, que se celebra cada 22 de abril, y que este año tiene como uno de sus ejes el cambio climático y la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Al respecto, cómo reducir la huella de carbono fue una de las temáticas abordadas en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) -realizada en Glasgow a finales del año pasado-, instancia en la que más de 120 líderes mundiales se reunieron para aunar voluntades en torno al tema.
El consumidor actual es mucho más exigente
De acuerdo con una encuesta efectuada por la Comisión Europea, 56% de las personas consideran el impacto medioambiental al efectuar compras; y un 67% afirmó que se orienta por productos amigables con el planeta -aun cuando sean más costosos-, dando cuenta de la conciencia medioambiental del consumidor actual.
En ese sentido, una de las grandes preocupaciones del entorno empresarial es cómo reducir la huella de carbono y potenciar la sustentabilidad en sus procesos, permitiéndoles atraer ese sector del mercado que demuestra interés el cuidado del planeta.
¿Cómo reducir la huella de carbono en los procesos empresariales?
El Día de la Tierra invita a las empresas a reflexionar sobre el impacto de sus operaciones en el planeta, algo que muchas compañías ya están abordando con acciones como:
1. Digitalizar las operaciones
Especialmente las labores administrativas y de gestión documental, cambiar el papel por el formato digital nos permite potenciar nuestra conciencia medioambiental, además de hacer que las operaciones sean mucho más ágiles y seguras.
2. Hacer más eficiente el consumo eléctrico
Optimizar el uso de la calefacción e iluminación, preferir energías renovables y optar por luces LED, que gastan hasta un 80% menos de energía que las bombillas tradicionales. Además, son reciclables y de mayor duración que las incandescentes, lo que se traduce en un ahorro considerable para nuestro negocio, además de ayudarnos a disminuir la huella de carbono.
3. Reciclar y reutilizar
Gestionar eficientemente los desechos que se generan en los procesos cotidianos también es clave para la sustentabilidad de las organizaciones.
Podemos implementar acciones de reciclaje en torno a residuos como papeles, plástico o cartones, algo de gran impacto en oficinas y entornos laborales tradicionales.
Lo anterior también se puede aplicar a los procesos industriales, por ejemplo, optimizando el consumo hídrico o elegir productos amigables con el medioambiente. De igual forma, siempre que podamos reutilizar desechos o materiales, estaremos aportando un grano de arena a la tarea de disminuir nuestra huella de carbono.
4. Elegir bien a nuestros proveedores
Podemos tomar acciones para la sustentabilidad y sostenibilidad de nuestra empresa, pero nuestros proveedores no siempre son conscientes de ello. Elegir aquellos que mitiguen sus emisiones de GEI nos permite disminuir la huella de carbono, ya que forman parte de nuestra cadena de valor.
La sinergia entre las empresas que buscan preservar la vida en la tierra
Al asociarnos con empresas que trabajan con sustentabilidad y sostenibilidad podemos contribuir al cuidado de la naturaleza. Por ejemplo, en Rentokil Initial realizamos el tratamiento de riles con elementos 100% naturales.
En Rentokil Initial, brindamos a las empresas soluciones amigables con el medioambiente. La sostenibilidad está en nuestro ADN y todas nuestras acciones están pensadas para causar el menor impacto en el planeta.
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