No cabe duda de que un buen aroma se siente agradable en donde sea que uno esté. Es por esta razón que siempre buscamos oler bien, y que nuestra casa se sienta fresca y limpia. Sucede muy a menudo que de pronto recordamos algo y no sabemos bien por qué. Muchas veces esto tiene relación con un aroma que percibimos y que, sin darnos cuenta, fue el que nos trajo a la memoria un lindo recuerdo del pasado.
Además de recuerdos, los aromas nos conectan con emociones positivas de bienestar. Cuando percibimos un aroma, el sistema límbico lo procesa transformado en impulsos eléctricos, produciendo así distintas sensaciones, lo que sucede tanto con una rica fragancia como con un olor desagradable.
Es natural también relacionar un buen aroma con una higiene óptima, no por nada los productos de limpieza de pisos, por ejemplo, no son inodoros (que no tiene olor), sino que vienen en distintas fragancias para elegir.
El poder de los aromas para sentirnos bien es un conocimiento que se ha popularizado dentro del comercio físico. Por ello, las tiendas no solo están poniendo atención a la decoración o el orden, sino que también a los olores.
¿Hemos notado que ciertas tiendas poseen un olor característico? Pues están aplicando lo que se conoce como marketing olfativo, una técnica que apunta a mejorar la experiencia del cliente.
¿De qué manera se usan los aromas para atraer clientes?
Aunque resulta bastante cómodo comprar online desde la comodidad de la casa, esta tendencia tiene una gran desventaja: las cosas no se pueden tocar (menos probar) por lo que la experiencia de compra se ve limitada. De ahí que las tiendas físicas siguen siendo la alternativa preferida por los clientes, pues constituye una experiencia sensorial completa.
Para reforzar esta idea, y también para potenciar la customer experience o experiencia del cliente, es que se emplea cada vez más esta estrategia de marketing.
Según un estudio realizado por la Universidad de Rockefeller de Nueva York, en una experiencia sensorial tan cotidiana como ir a comprar a una tienda, el cliente recuerda por, sobre todo, lo que huele.
Un buen aroma tiene el poder de producir respuestas positivas en los consumidores, logrando que se queden más tiempo en el lugar y mejorando su estado de ánimo, lo que establece así una relación positiva entre el cliente y la marca.
¿Cuáles son los mejores aromas para atraer clientes?
Cualquier aroma agradable es capaz de mejorar la experiencia del cliente, pero hay algunos que son especialmente positivos y que son los preferidos de los expertos en marketing olfativo:
Limón: el olor a limón huele a fresco y a limpio. Posee propiedades estimulantes y revitalizantes, lo que produce una sensación de optimismo y buen humor.
Lavanda: la lavanda es un calmante natural. Ayuda a relajarse y otorga bienestar mental.
Mandarina: es un aroma cítrico, pero más dulce que el del limón, aunque también es un poderoso estimulante del ánimo, produciendo bienestar y alegría.
Ya lo sabes, un buen aroma estimulante propiciará una mejor customer experience y, por ello, un aspecto esencial para lograr crear una atmósfera agradable en tiendas y oficinas. Por tal motivo, no dudemos en incorporar aromatizadores ambientales.No sólo para mejorar experiencia del cliente, sino también para mejorar el ambiente laboral y atraer más clientes.
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