El mundo simplemente se derrite por su sabor y aroma. El café es la bebida más consumida del planeta después del agua y el producto que más se acerca en términos de comercialización al petróleo. En la actualidad, se consumen más de 9.000 millones de kilos de café en el mundo, lo que significa un crecimiento de un 94,6% comparado con hace 35 años.
Una de las tendencias más populares en los últimos años es el consumo del café orgánico. La razón es la demanda creciente por los alimentos más simples, producidos sin ninguna intervención de aditivos o sustancias químicas tóxicas.
Su costo es más elevado, pero sus beneficios valen la pena. Conocer sus características puede ayudarnos a seleccionar un mejor café para nuestro consumo o el de nuestros clientes.
Mejor sabor y más saludable
La cafeína estimula la función neuronal de nuestro cerebro, nos mantiene alertas y disminuye las probabilidades de ataques cardiovasculares. El café es un energizante natural, reduce el envejecimiento, el riesgo de sufrir Alzheimer y diabetes tipo 2, entre otras ventajas para nuestra salud.
¿Hay algo mejor que esta bebida? Sí, su versión orgánica es mucho más saludable para nuestro cuerpo. La diferencia es que está libre de agroquímicos y todos sus efectos tóxicos.
Con un sabor más intenso y puro, el café orgánico potencia los beneficios de beber café. Por su método de cultivo preserva mejor los nutrientes y aporta más antioxidantes que el convencional. Y, al igual que el resto de la comida orgánica, disminuye las posibilidades de sufrir de cáncer.
Eso sí, tal como el café tradicional, debemos consumirlo sin excesos para que no afecte nuestra salud. Así que lo mejor es tomar un máximo de cuatro tazas al día.
Ecológico y sustentable
Al ser cultivado sin sustancias químicas como los pesticidas, el café orgánico contribuye a evitar la contaminación del agua y la tierra.
Las plantas deben crecer bajo sombra, lo que impulsa la siembra de árboles de mayor altura, generalmente frutales. De esta manera se garantiza la humedad para que el grano sea de calidad, pero también se protegen los suelos. Este sistema incrementa la biodiversidad, evita la desforestación, la erosión del suelo y mitiga la emisión de dióxido de carbono.
Al utilizar métodos de producción que respetan el ambiente, el café orgánico se convierte en un producto ecológico y sustentable.
Mayor calidad
El procedimiento para recoger el café orgánico es manual, lo que permite una selección del grano más precisa que la cosecha mecanizada. Esto incrementa los costos de mano de obra, pero sin duda asegura sabores más complejos y dulces que deleitarán nuestro paladar.
Más allá de la recolección, este también debe cumplir normas internacionales para ser certificado como un café de alta calidad. Un producto avalado por organismos como la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM) es garantía de un café superior.
Apoyo a pequeños productores
Al consumir café orgánico estamos apoyando a las familias que han apostado por este tipo de cultivo sostenible. Por ejemplo, en México, principal país fabricante, más de 7.000 pequeños productores de Chiapas obtienen una excelente cosecha. Cultivar este tipo de café les permite conseguir mejores precios finales y preservar sus tierras, con métodos amigables para el ambiente.
Escoger un café 100% orgánico brinda mayores beneficios a los consumidores, pero además mejora la reputación de nuestro negocio. De esta manera, apoyamos ecosistemas saludables y un café de calidad superior.
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